Joaquin Phoenix estuvo a punto de renunciar a su villano papel de Commodus en la original “Gladiator”.
Mientras hablaba de la próxima secuela del clásico de culto con el New York Times, el director Ridley Scott reveló que hubo que convencer a Phoenix para que se quedara en la película tras amenazar con abandonarla en el último momento.
“Estaba con su traje de príncipe diciendo: ‘No puedo hacerlo’. Le dije: ‘¿Qué?”. recordó Scott. “Y Russell [Crowe] dijo: ‘Esto es terriblemente poco profesional'”.
Cuando se le preguntó cómo convenció a Phoenix, de 50 años, para que se quedara, Scott, de 86 años, dijo que acudió a él como amigo, no sólo como director.
“Puedo actuar como hermano mayor o como padre. Pero soy muy amigo de Joaquin”, explicó. “‘Gladiator’ fue un bautismo de fuego para los dos al principio”.
A pesar de los difíciles comienzos, la película acabó ganando cinco premios de la Academia, incluido el de mejor película.
Paul Mescal tomará las riendas de “Gladiator II”, que protagonizará junto a Denzel Washington y Pedro Pascal.
En un principio, Barry Keoghan iba a interpretar a un importante antagonista, pero se retiró debido a conflictos de agenda con “Saltburn”.
“Creo que es quizá la mejor película que he visto este año”, declaró Scott al NY Times sobre la cinta protagonizada por Emerald Fennell.
“De todos modos, Barry es uno de los buenos, al mismo nivel que Joaquin Phoenix y Paul”, continuó. “Barry es muy complejo y realmente lo tiene bajo control. Sé que es un reto, pero merece la pena. Como decidirse por Joaquin, merece la pena”.
Aunque no es raro que los actores abandonen proyectos debido a otros compromisos, Phoenix saltó a los titulares durante el verano después de que se echó atrás en una película por “miedo”.
La estrella del “Joker” estaba contratada para interpretar el papel principal en la película romántica gay de Todd Haynes, pero renunció abruptamente sólo cinco días antes de que las cámaras comenzaran a rodar, según Variety.
Su decisión de abandonar la película, que supuestamente incluía escenas de sexo explícito, puso la producción en “peligro”, según dijeron fuentes internas al medio.
Una fuente dijo más tarde a Page Six que “el tema de la película fue un factor”.
También nos dijeron que ya se habían construido decorados en Guadalajara, México, y que su decisión dejó al reparto y al equipo sin trabajo y sin compensación por el trabajo realizado.
Al parecer, la marcha de Phoenix arruinó la película, ya que su papel no pudo volver a interpretarse porque su nombre figuraba en el proyecto cuando se vendió a los distribuidores.
Uno de los productores calificó el fiasco de “pesadilla”.
Cuando se le preguntó por la decisión en el Festival de Venecia, el actor declinó hacer comentarios, señalando que sería injusto compartir su versión sin los demás cineastas implicados.