Tulsi GabbardEl nombramiento de Tulsi Gabbard como directora de Inteligencia Nacional por el presidente electo Donald Trump ha reavivado los debates sobre su controvertido pasado y su supuesta conexión con Rusia. Sus posiciones políticas y declaraciones públicas, a menudo percibidas como un eco de las narrativas del Kremlin, han suscitado críticas de legisladores y analistas de todo el espectro político.
He aquí un vistazo a las acusaciones sobre la conexión de Tulsi Gabbard con Rusia, su defensa y el debate sobre su nominación.
¿Por qué la gente cree que Tulsi Gabbard tiene vínculos con Rusia?
Tulsi Gabbard se ha enfrentado a acusaciones de vínculos con la propaganda rusa debido a sus comentarios públicos y posiciones políticas que, según los críticos, se alinean con las narrativas rusas.
En 2022, Gabbard expresó su preocupación por los laboratorios biológicos financiados por Estados Unidos en Ucrania, una afirmación que Rusia aprovechó para justificar su invasión. Aunque más tarde aclaró que se refería a la seguridad de la bioinvestigación, muchos críticos interpretaron sus declaraciones como una amplificación de la desinformación del Kremlin. (vía NBC News)
Además, los críticos han criticado a Gabbard por oponerse a la expansión de la OTAN y afirmar que abordar las “legítimas preocupaciones de seguridad” de Rusia podría haber evitado la guerra de Ucrania. (vía Associated Press)
Durante su campaña presidencial en 2020, los medios estatales rusos aparentemente promovieron su candidatura, retratándola favorablemente y criticando a otros demócratas. Estas acciones alimentaron las sospechas de que se alineaba con los intereses rusos, aunque no hay pruebas directas que lo confirmen.
Las opiniones de Gabbard sobre política exterior han suscitado críticas por sus interacciones con líderes autoritarios como el sirio Bashar al Assad, con quien se reunió en 2017. Assad ha sido acusado de crímenes de guerra, por lo que la reunión fue controvertida. Su oposición a la intervención de Estados Unidos en Siria y su cuestionamiento de la inteligencia estadounidense sobre los ataques químicos también han suscitado debate. Estas posturas suelen coincidir con las narrativas promovidas por los medios de comunicación estatales rusos y sirios, lo que alimenta aún más las preocupaciones.
Sus partidarios sostienen que las posturas de Gabbard se derivan del escepticismo sobre las intervenciones exteriores de Estados Unidos y no de su lealtad a Estados adversarios. Su servicio militar y sus llamamientos a la diplomacia son fundamentales para su defensa, que la enmarca como defensora de la paz y la moderación en los compromisos militares.
Estas controversias suscitan inquietud sobre el nombramiento de Gabbard como Directora de Inteligencia Nacional en la administración de Donald Trump. Sus críticos temen que su supuesta parcialidad pueda afectar a las evaluaciones de inteligencia, mientras que sus defensores subrayan su postura independiente en política exterior. Es probable que el proceso de confirmación en el Senado analice estas cuestiones en profundidad.